A modo de conclusión,
de lo expuesto durante los días 16, 17 y 18 precedentes en este blog:
Cuando lleguemos a la III República la soberanía residirá en el pueblo y nada ni nadie estará por encima del bien común; todas las autoridades estarán sujetas a periódica elección y el ejercicio de los poderes públicos se encontrará limitado a la responsabilidad ante la ciudadanía, al Derecho y la Razón.
Nuestra República será: 1) Cuando los republicanos tengamos nuestras propias organizaciones, nuestros medios de difusión de ideas, nuestros ateneos y locales abiertos y atractivos a nuestro pueblo y seamos capaces de entendernos y pactar los objetivos comunes con la Izquierda Política. 2) Cuando los partidos que durante la transición de la dictadura a la monarquía hereditaria de la misma vuelvan a sus raíces republicanas. 3) Cuando Republicanos, partidos de izquierda, sindicatos, organizaciones y movimientos ciudadanos tengamos claro la importancia de entendernos, buscar lo que nos une ante estos férreos adversarios y comprender que todos contamos y somos necesarios para tan trascendente paso.
Y entonces seremos ciudadanos:
Con todos los derechos, obligaciones y oportunidades públicas y sociales.
Además nos libraremos:
Del rey que no nos representa, al ser una figura impuesta por el sanguinario dictador que acabó con las libertades del pueblo español, así como de todo vestigio que huela a monarquía, aristocracia rancia y desfasada.
De banqueros filibusteros y empresarios que no emprenden, que nos roban las entrañas y las plusvalías que producimos, así como nuestros hogares y el futuro de nuestros hijos.
De este modo:
Los principios republicanos de libertad, igualdad y fraternidad nos impulsarán a desarrollar la justicia para todos, la cultura para todos, la solidaridad sin límites.
Así mismo, pondremos fin a la intromisión, las injerencias y el saqueo de la Iglesia Católica en la política y en la vida de los españoles. Permitiéndonos la República dar un paso de gigante intelectual y de libertad frente al fanatismo, los caciques y la incultura en la que nos tenían las clases dominantes y los curas inquisidores.
Y si somos mayoría la izquierda podremos acotar y poner fin al sistema capitalista actual, a los políticos actuales, servidores complacidos de la monarquía, que no nos representan y están solo para los intereses de sus partidos y para beneficiarse de la corrupción que envenena la vida pública. Porque la democracia política sin democracia económica, con millones de ciudadanos condenados al paro y al pobreza no es una verdadera democracia, es una burla generalizada, de la que nadie vendrá a salvarnos y ayudarnos sino lo hacemos nosotros mismos.
Finalizando:
Afirmamos que somos republicanos, laicos, algunos federalistas, otros unitarios, pero esto no puede dividirnos porque es mucho más lo que nos une que los que nos separa y sabremos encontrar la vía de la acción y del pacto para alcanzar nuestra amada República y en consecuencia lograr la libertad y la sana convivencia de ciudadanos y de pueblos por encima de todo.
Convencidos:
Que La República es nuestra casa común donde todos tenemos un lugar y una dignidad, menos los que se valen de la violencia y la mentira para oprimir a los demás.
Por último:
"La república hermanada
que nos tiene que venir
para que se acabe en España
este modo de sufrir”.
Amigos, compañeros, republicanos que habéis tenido la paciencia de leer estas opiniones os deseo: salud, memoria Y República.
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